I. EMPRESARIO DE ÉXITO. El proceso de Transformación

Tu potencial generador y de liderazgo

En un proceso de transformación y de crecimiento son cuatro los elementos básicos que determinan el éxito de un empresario en su organización.

En primer lugar, y diría que el más importante, su propio perfil y su estilo de liderazgo, en segundo lugar, su equipo directivo, en tercer lugar la implicación y el empoderamiento del personal y finalmente el entorno emocional, el clima por el que “transita” la empresa.

Hoy me gustaría proponerte una reflexión acerca del primer punto:

En muchas ocasiones el foco inicial del empresario o el CEO es lo URGENTE, la mirada a corto, la actividad operativa inmediata y un esfuerzo ingente para conseguir los resultados que necesita.

El resultado es el mismo y, sin embargo, nos encontramos con distintos escenarios, que me gustaría compartir contigo. Te describo algunos.

El ejemplo del empresario que se encuentra en una encrucijada permanente de situaciones con las que ha de lidiar, lo urgente, lo importante, la estrategia, la operativa diaria…… y que se hace más visible en pequeñas y medianas empresas.

«Tengo toda la empresa en mi cabeza y acostumbro a estar directamente implicado en la totalidad de actividades, incidencias y conflictos de mi organización».

En otras ocasiones, como me comentaba un CEO, su actividad consistía en “gestionar por carencias”: Se dedicaba permanentemente a compensar las ineficiencias de su equipo directivo y el resto de su personal.

Mediante un esfuerzo titánico y empleando una cantidad ingente de tiempo «empujaba literalmente” su empresa, llevando a término lo que no realizaba su equipo o sus empleados.

Curiosamente, el equipo directivo y su personal se inhibía ya que consideraba que el CEO lo hacía porque era su manera de dirigir la organización.

En otras, como consecuencia de un «crecimiento orgánico» importante, cercano al 20% anual, la organización y su operativa ya no daban la respuesta que el Negocio en expansión exigía.

Las decisiones que tomaba la empresaria ya no podían ser “intuitivas” o basadas en el histórico y en un crecimiento desordenado, con estructuras desfasadas y hábitos ineficientes.

El conocido «morir de éxito»: Tensiones de tesorería, incumplimientos de plazos de entrega, problemas de calidad y un elevado nivel de stress acostumbraban a formar parte de su desayuno todos los días.

Otro ejemplo, el del empresario cómodamente instalado en una especie de «burbuja directiva». Confiaba en seguir protegido por alguna determinada situación favorable, al abrigo de alguna multinacional, un producto interesante y con la esperanza de que dicha situación se mantuviera eternamente.

El «ahora vamos bien, después ya veremos». He de confesar que se da en contadas ocasiones.

Por mi experiencia, al analizar en conjunto este tipo de situaciones quedaba claro que todas compartían un denominador común.

Una empresa es literalmente el reflejo del empresario o el CEO.
Su actividad y resultados son la consecuencia de tus percepciones, creencias y fortalezas y, porqué no, también de tus debilidades.

Más allá del sector, la facturación, el equipo, la ubicación o su actividad, tanto operativa como estratégica, tu organización incorpora todos los elementos que te caracterizan.

¿Te ves reflejada/o en alguno de estos ejemplos?

Es clave profundizar en tu propia realidad y es el elemento central sobre el que se construye cualquier el proceso de TRANSFORMACIÓN de tu empresa.

Permite que identifiques tus FORTALEZAS a potenciar, que visualices y decidas el perfil de empresaria/o que quieres llegar a ser, tu estilo de liderazgo, qué organización deseas y a qué te quieres dedicar.

Sienta las bases de tu FUTURO y el de tu empresa.

Habrás dado el primer paso y el más importante.

En nuestro modelo Human Be este apartado se encuentra integrado en ESENCIAL, como uno de los elementos clave para que desarrolles todo tu potencial generador y de liderazgo directivo y empresarial.

Visita nuestra web y encontrarás las respuestas que necesitas, o ponte en contacto con nosotros, y, con toda confianza, pide una sesión de coaching.

Estaremos encantados que nos comentes qué necesitas y compartir contigo nuestra visión al respecto.

¡¡Muchas gracias!!